La Cromolitografía

En 1796 Aloys Senefelder, un dramaturgo que no encontraba editor y que buscaba la manera de autoeditar sus obras, inventó la litografía. Pronto en las principales ciudades se implantaron prensas litográficas, la producción de imágenes se abarató y con el desarrollo de estas nuevas técnicas la imagen gráfica dejó de estar en manos exclusivamente de las clases privilegiadas y el poder. 

Hacia 1835, el impresor alsaciano Godofredo Engelman patentó la  «cromolitografía», que es la técnica de reproducción litográfica en colores. En su patente Engelman describe un método que agrega el negro a los colores primarios, consiguiendo una nueva variedad de tonos y sombras. Con la aparición de nuevos procedimientos de reproducción gráfica, pero especialmente la Cromolitografía se produjo una masiva presencia social de la imagen. Por primera vez en la historia muchas personas pudieron ver con sus propios ojos representaciones de obras artísicas, lugares lejanos, vestimentas, flores y animales extraños a todo color. Esta técnica fue decisiva en la difusión y popularización de los avances del conocimiento y la cultura.

Louis Prang fue un inmigrante político que se instaló en Boston huyendo del gobierno Prussiano.  En 1857 fundó con Julius Mayer una imprenta dedicada a la estampación litográfica de etiquetas publicitarias a todo color. En este nuevo campo en el que la cromolitografía se alía con el diseño gráfico más extravagante y llamativo, Prang obtuvo una gran experiencia para lo que será una brillante carrera como litógrafo. Continuó su carrera en solitario especializándose en la Cromolitografía a partir de 1860. Su empeño era conseguir con esta técnica unos efectos similares a la pintura al óleo. Para ello, editaba las estampas con hasta 20 matices de color, haciendo pasar el papel por la prensa las veces que fuese necesario para conseguir esos efectos.

Prang y otros editores se dedicaron a producir hojas cromolitografiadas para recortar y componer nuevas imágenes en los álbumes de recortes. Y es que en aquellos tiempos sin televisión, la realización de scrapbooks o álbumes de recortes era uno de los entretenimientos más populares. La gente coleccionaba etiquetas comerciales, ilustraciones de periódicos, envoltorios diversos y todo tipo de papeles y confeccionaba cuadernos donde los coleccionaban organizándolos de forma más o menos plástica componiendo «collages» … antes de que se llamaran así. 

 

Paralelamente a esta vertiente comercial y popular  Prang produjo una línea editorial orientada a la educación artística, la Prang Educational Company. En 1864, viajó a Europa para aprender sobre la litografía alemana de vanguardia. Allí entabló contacto con un  profesor de arte. Al regresar el año siguiente, Prang comenzó a crear reproducciones de alta calidad de las principales obras de arte. A partir de 1882 comienza a publicar manuales de educación artística para las escuelas públicas. La editora fue Mary Dana Hicks, una pionera de la enseñanza de arte responsable de la parte pedagógica.  Su experiencia fue la base del éxito de los materiales de Prang para capacitar a el profesorado. Prang era un partidario activo de mujeres artistas, tanto encargando como coleccionando obras de arte de mujeres. Muchas de sus litografías presentaron obras de artistas femeninas. En 1881, su compañía empleaba a más de cien mujeres. 

Resulta fascinante ponerse en los ojos de aquellas personas, a través de estas imágenes. En tiempos de utopía donde nuevos valores, la fé en la ciencia y el progreso de la humanidad influían en todas las capas de la población.

«A modern Santa Claus» Felicitación navideña de Prang.  A veces se le conoce como el «padre de la tarjeta navideña estadounidense».

 

 

·

·

·

·